Las Rosas Utilizadas en Pefumes
La rosa: cuyo exquisito aroma ha estado presente en la vida del hombre de todas las épocas como una de las formas más completas de placer sensual y, como tal, símbolo de la belleza.
Rosa damasana y la Rosa centifolia: aunque los casi 4000 kg de flores que se necesitan para producir 1 kg de esencia han llevado a muchas empresas perfumistas a recurrir a la síntesis química, con la cual, por otra parte, en este caso no se consigue alcanzar la perfección que presenta el aroma natural.
La lavanda o espliego: es una planta del género Lavandula, de flores azules en espigas, que crece silvestre en las zonas montañosas, sobre todo de los Alpes y de los Pirineos, para la obtención de esencias que se distinguen por su fresca y suave fragancia. Estas características, combinadas con la persistencia y durabilidad del aroma, están en el origen de la antigua costumbre de poner en los armarios bolsitas con flores de lavanda, para aromatizar la ropa y alejar a las polillas. De la lavanda se extraen tinturas y aceites esenciales que sirven de base para perfumes, aguas y jabones aromatizados, muy apreciados.
La violeta: flor de delicado perfume capaz de conferir, sin estridencias, un exquisito toque de distinción. Considerada sagrada por los griegos, que la utilizaban en medicina y perfumería, y símbolo de la primavera. En todo el mundo existen unas 450 variedades. La violeta de marzo (Viola odorata) es la más conocida. El aceite esencial de la violeta se obtuvo tardíamente, aunque las ingentes cantidades de pequeñas flores de violeta que se necesitaban para lograr unos pocos gramos lo convirtieron en un producto muy caro.
El geranio: cuya singular cualidad consiste en producir distintas notas odoríferas según su variedad, no tiene olor alguno, y la llamada geranio perfumado (Pelargonium), que se ha extendido como planta ornamental y desprende un intenso olor, sobre todo cuando se sacude o corta la flor o se estruja una hoja. Las especies más utilizadas para obtener el aceite esencial de geranio son los geranios rosa (P. graveolens y P. capitatum), de suave y agradable olor, cuya esencia está presente en numerosos perfumes masculinos y que también se suele emplear para falsificar la esencia de rosas.
El jazmín: es el gran aristócrata de las flores; los perfumistas piensan que un gran perfume floral debe evocarlo. Caracterizado por su fragancia dulce, persistente y con muchos matices olfativos, el jazmín de campo o gardenia augusta, y el jazmín murraya, de olores menos suaves. A causa de la delicadeza y fragilidad de la flor del jazmín
La cananga: Cananga odorata es conocida entre los perfumistas con el nombre nativo de ylang ylang, que significa «flor de las flores». Originaria del Sudeste Asiático. Sus racimos, de pequeñas y delicadas flores amarillas, cuyo aroma evoca a los del jazmín y el almendro, producen un aceite esencial que debe fabricarse casi inmediatamente después de cortar las flores.
Bibliografía: http://estasbarbara.com/perfumes/perfumes/las-flores/
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